Un perro Chihuahua pequeño puede pesar alrededor de 140 gramos al nacer y llega a pesar hasta 2 kilos y medio cuando es adulto; es decir, durante su vida aumenta hasta 15 veces su peso. Por el contrario, un perro gran danés puede pesar alrededor de 900 gramos al nacer y llegar hasta los 90 kilos en la adultez; esto quiere decir que aumenta hasta 100 veces su tamaño.
¿Y a qué se debe esta diferencia? Ya sea que tenga una raza definida o no, cada perro tiene un organismo y un ritmo de crecimiento únicos.
Los perros de razas pequeñas dejan de crecer a los 6 u 8 meses de edad, mientras que los perros de tamaño medio siguen creciendo hasta los 12 meses, y los de razas grandes lo hacen incluso hasta los 18 meses.
La razón parece ser obvia. Mientras que los perros de razas grandes tardan más en alcanzar su tamaño completo porque sus huesos más grandes necesitan más tiempo para crecer, los huesos de los perros pequeños tienen menos espacio por cubrir. Sin embargo, hay otros factores que contribuyen al crecimiento de un perro, como la genética y la alimentación.
El tamaño está determinado no por sus músculos, sino por sus huesos. Los huesos largos de las patas de un cachorro crecen a partir de dos lugares distintos llamados placas de crecimiento, situados en ambos extremos de un hueso. Estas son áreas de cartílago entre las que se crea nuevo tejido.
Cuando son cachorros los perros tienen cartílagos de crecimiento flexibles que se endurecen y calcifican a medida que crecen. Cuando los cartílagos dejan de producir nuevo tejido entonces el hueso ha alcanzado su tamaño final.
Para que todo este proceso se desarrolle de manera saludable y con el ritmo adecuado, los perros deben recibir los nutrientes necesarios para cada etapa de su crecimiento.
Perros de 8 a 16 semanas
En este periodo un perro empieza a diversificar su dieta. Hay croquetas de alta calidad diseñadas para cachorros que les aportan los nutrientes más importantes, como las proteínas y productos vegetales.
En este periodo hay que evitar alimentarlos con dietas crudas, ya que su sistema inmunológico aún no está lo suficientemente desarrollado como para enfrentar cualquier infección derivada del consumo de estos alimentos. Asimismo es importante alimentarlos constantemente en pequeñas cantidades, ya que en esta edad su necesidad nutricional es muy alta.
Los cachorros alimentados con una dieta deficiente pueden carecer de los minerales y proteínas necesarios para convertirse en perros grandes y saludables, por esto es importante darles alimentos con alto contenido de proteínas formulados específicamente para cada tamaño y raza de perro.
Perros con más de 16 semanas
A partir de las 16 semanas tu perro ya ha desarrollado una dentadura permanente, por lo que es un buen momento para incluir huesos crudos a su dieta. Esto también evitará que satisfaga con tus muebles o zapatos su necesidad de masticar.
También es momento de vigilar qué alimentos pueden dejar de ser adecuados para tu perro, por ejemplo la leche. Al igual que los humanos, a medida que crecen los perros, producen menos enzimas que el cuerpo utiliza para digerir la proteína de la leche o lactosa.
Si tienes un perro de raza pequeña, en este punto alcanzará su tamaño máximo por lo que es importante cuidar el número de comidas que ingiere. Por lo regular dos comidas al día son suficientes, sin importar que tu perro sea de raza grande.
Perros adultos
Cuando un perro ha alcanzado su tamaño final es momento de cambiar nuevamente su dieta, teniendo en cuenta siempre que esta debe ser equilibrada. Puedes añadir carne cocida o cruda y verduras o pescado.
En esta etapa se vuelve aún más importante cuidar la cantidad de comida que consumen. Toma en cuenta que aunque sus huesos hayan dejado de crecer, tu perro aún puede seguir desarrollando músculos y grasa corporal, dependiendo de su actividad física y alimentación.
Recuerda que lo mejor es acudir con un veterinario para que te ayude a diseñar el mejor plan de alimentación para que así tu perro llegue a la edad adulta en el mejor estado de salud.